Me considero un extraño y una persona exótica que siempre se las ha arreglado de alguna manera para salir adelante en la vida. He tenido muy poco éxito social y profesional y siempre he luchado con la vida y sus retos. El mayor siempre ha sido el amor. Soy profunda y reflexiono sobre el significado de todo durante todo el día. Además, la vida siempre ha sido una carga para mí.
Intento ser tan constructiva y útil para los demás como puedo, porque creo que cada vida en este mundo está luchando una batalla cuesta arriba y por lo tanto merece ser tratada bien. También creo que todos los seres vivos sólo hacen, piensan, sienten, son y experimentan lo que el universo quiere que hagan. No creo en un libre albedrío.
Por lo tanto, tampoco creo que merezca la pena volverse especialmente activo para algo o para conseguir algo. En realidad, mi única voluntad es que mi existencia termine lo antes posible. Por desgracia, creo en la reencarnación y en un alma eterna. Por tanto, este deseo nunca podrá cumplirse.
Básicamente pienso que vine al mundo como un perdedor y que sólo tenía esta tarea aquí. Igual que algunos animales sólo vienen al mundo para servir de alimento a otros.