Cada vez me doy más cuenta de que me estoy haciendo viejo. Por supuesto, todo el mundo siempre dice que es una tontería, pero creo que simplemente no quieren admitir su edad.
Ayer me dormí tarde (o debería decir temprano) y comí un poco de arroz durante la noche. Por la mañana me desperté con náuseas y un fuerte ardor de estómago. Nunca lo había tenido tan extremo. Probablemente tendré que tener mucho cuidado en el futuro con lo que como y cuándo lo hago, de lo contrario las consecuencias podrían ser bastante graves.
También me estoy dando cuenta de que cada vez necesito dormir más y de que cada día hay algún otro problema en mi cuerpo.
Recuerdo que la abuela de Dina dijo una vez que se alegraba de tener un día sin dolor. Dina se enfadó mucho. No entendía cómo alguien podía sentirse tan mal.
Su abuela no utilizó audífonos durante mucho tiempo, a pesar de que su audición empeoraba cada vez más. Solo hoy entiendo cómo debió de sentirse. Me doy cuenta de que necesito gafas, pero los exámenes médicos son tan degradantes y las gafas tan increíblemente caras que sigo posponiéndolo.
Aunque sé que no va a mejorar, soy muy reacia a ir al médico. Ojalá existiera ya una inteligencia artificial médica fiable que pudiera actuar como un médico. Eso facilitaría muchas cosas.
Ahora me doy cuenta de muchas cosas que antes no entendía. Mientras al menos gozaba de buena salud, apenas podía entender las dificultades de los demás. Eso no quiere decir que no simpatizara con ellos o me burlara de ellos. Simplemente me resultaba difícil comprender su situación.
Para mí, la vejez trae consigo muchos problemas que antes no conocía. Pero supongo que eso es así para todo el mundo. Y precisamente porque ahora yo misma experimento cada vez más estos cambios, pienso a menudo en la miseria del mundo. La enfermedad y la dolencia entran cada vez más en mi campo de visión. Me horroriza lo increíblemente mal construido que está este mundo.
Si viera a Dios como una especie de ingeniero del mundo, tendría que darle una bofetada por el desastre que ha creado aquí. En el mundo normal de los negocios, una empresa que produjera algo así quebraría en un santiamén.